Hace más de un mes que la cúpula de Madrid Destino informó a los trabajadores de que el nuevo Organigrama entraba en vigor, eso fue lo que respondieron a nuestras preguntas sobre la fecha de aplicación de los cambios: “Ya mismo”, fue la respuesta.
Y desde primeros de febrero no hemos vuelto a saber nada de nada, la Ley del Silencio vuelve a imponerse, provocando desconcierto en la plantilla, ansiedad fruto de la incertidumbre, dudas, miedos, apatía y desmotivación generalizada, en fin, toda una retahíla de efectos secundarios que no ayudan en absoluto al correcto funcionamiento de esta EMPRESA PÚBLICA.
Por supuesto, esta Ley del Silencio es acatada por todos los responsables de centros y/o departamentos, parece una consigna aceptada por todos y que nadie cuestiona. Nadie pregunta, nadie informa, nadie sabe nada, y parece que tienen miedo a saber, a preguntar, nadie quiere incomodar al gran jefe, no vaya a ser que le muevan la silla y lo destierren del mítico Organigrama.
Vaya panorama, parece que asistimos a una reorganización del Ministerio de Defensa, en donde nadie cuestiona una orden, como en una Unidad de Marines Americanos, un régimen militar en estado puro…Señores, por favor, que estamos trabajando en Cultura, que aquí se canta, se habla, se baila, se interpreta, se ríe, se llora, y se manejan emociones de todo tipo, convivimos a diario con ellas…
El domingo 9 de marzo estamos convocados para incumplir esta Ley del Silencio, salgamos a la calle a gritar, a reir, a cantar, a llorar, a bailar, a sentirnos libres, a enseñarles que Cultura es comunicar, que sin Comunicación no hay Cultura. Hablemos coño!!
¡¡¡Nos vemos en el Fernán Gómez este domingo!!!
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