Parece que se acaba el 2013... Nunca pensé que lo haría. Este ha sido el año mas convulso y estresante de cuantos recordamos en esta empresa.
Comenzamos el año con huelgas, despidos, revesiones, denuncias, enfrentamientos.
Duro ha sido para nuestros compañeros, las víctimas del primer ERE, asumir que sobran en una empresa y que su oficio de toda la vida les ha sido arrebatado por la cabezonería de un déspota sin escrúpulos.
Duro ha sido para el pequeño grupo de los 9 despedidos recuperar su puesto de trabajo, arrebatado por el mismo déspota sin escrúpulos y por una panda de incompetentes que solo querían destacar.
Duro ha sido para los que se quedaron ver los puestos de trabajo vacíos, sin compañeros, con los recuerdos de los días en los que venir a trabajar era una alegría, mientras seguían viéndole las caras a los mismos incompetentes en sus puestos, totalmente ajenos a la realidad.
Y todos hemos tenido que empezar de nuevo, asumir que nuestra realidad ha cambiado y que las cosas deben ser afrontadas de cara y con energía. Comenzar etapas no siempre es sencillo, menos aún cuando ese comienzo es obligado.
El mismo sindicato al que pertenecemos ha tenido que volver a empezar. Gente nueva, con nuevas inquietudes y ganas de luchar. El cambio de Nombre y de estatutos lo simboliza todo.
Ganas había ya de pasar este 2013. duro, sucio y despiadado 2013. ahí te quedes. Formando parte de los recuerdos de muchos, recordatorio de lo que nunca debe permitirse y como memoria para que nunca vuelva a ocurrir.
Nunca debiste existir.
Y como todas las historias necesitan de una pequeña ranura por donde poder ver algo de bondad y optimismo, aquí queda abierta la puerta hacia la esperanza.
Ahora que nos hemos unido mas que nunca, vamos a afrontar el nuevo año con la seguridad de lo aprendido. con la entereza y la fuerza que da el conocer al enemigo y adelantarse al golpe y esquivarlo.
Nos esperan tiempos duros pero con muchas ganas de luchar porque hemos aprendido que el que no se mueve no se salva. Que todos estamos en el mismo barco y navegamos al mismo sitio.
Feliz 2014. Y a por ellos. Somos más y más fuertes
Comenzamos el año con huelgas, despidos, revesiones, denuncias, enfrentamientos.
Duro ha sido para nuestros compañeros, las víctimas del primer ERE, asumir que sobran en una empresa y que su oficio de toda la vida les ha sido arrebatado por la cabezonería de un déspota sin escrúpulos.
Duro ha sido para el pequeño grupo de los 9 despedidos recuperar su puesto de trabajo, arrebatado por el mismo déspota sin escrúpulos y por una panda de incompetentes que solo querían destacar.
Duro ha sido para los que se quedaron ver los puestos de trabajo vacíos, sin compañeros, con los recuerdos de los días en los que venir a trabajar era una alegría, mientras seguían viéndole las caras a los mismos incompetentes en sus puestos, totalmente ajenos a la realidad.
Y todos hemos tenido que empezar de nuevo, asumir que nuestra realidad ha cambiado y que las cosas deben ser afrontadas de cara y con energía. Comenzar etapas no siempre es sencillo, menos aún cuando ese comienzo es obligado.
El mismo sindicato al que pertenecemos ha tenido que volver a empezar. Gente nueva, con nuevas inquietudes y ganas de luchar. El cambio de Nombre y de estatutos lo simboliza todo.
Ganas había ya de pasar este 2013. duro, sucio y despiadado 2013. ahí te quedes. Formando parte de los recuerdos de muchos, recordatorio de lo que nunca debe permitirse y como memoria para que nunca vuelva a ocurrir.
Nunca debiste existir.
Y como todas las historias necesitan de una pequeña ranura por donde poder ver algo de bondad y optimismo, aquí queda abierta la puerta hacia la esperanza.
Ahora que nos hemos unido mas que nunca, vamos a afrontar el nuevo año con la seguridad de lo aprendido. con la entereza y la fuerza que da el conocer al enemigo y adelantarse al golpe y esquivarlo.
Nos esperan tiempos duros pero con muchas ganas de luchar porque hemos aprendido que el que no se mueve no se salva. Que todos estamos en el mismo barco y navegamos al mismo sitio.
Feliz 2014. Y a por ellos. Somos más y más fuertes