Hoy es un día en el que una se debería sentir orgullosa de
lo que es. Mujer.
Y sin embargo no me siento orgullosa en absoluto.
Hemos sido y seguimos siendo discriminadas, infravaloradas,
como si todo lo que se hiciera en nuestro beneficio fuese por obligación y porque es políticamente correcto.
Démosles un Día Internacional. Que puedan gritar al mundo
que son importantes, que valen y que se sienten orgullosas de ser como son.
Mañana volverá todo a su cauce.
Según Manos Unidas son mujeres más de la mitad de los 1300
millones de personas en pobreza extrema.
Son mujeres las dos terceras partes de las personas
analfabetas del mundo.
Son mujeres las que sufren en todo el mundo abusos desde
niñas, maltrato físico y psicológico, falta de libertad a la hora de contraer matrimonio o tener un crédito.
Son mujeres las que tienen que trabajar el campo, traer el
agua desde los pozos, a veces a varios kilómetros, mientras cargan a sus bebés
a las espaldas.
¿Eso nos hace sentir orgullosas de ser mujeres?
Desde mi rincón protegido de mi trabajo digno, mi sueldo, mi
crédito y mi derecho al aborto miro a ese mundo en el que no saben ni siquiera
que existe un día mundial de la mujer trabajadora.
¿Y si ese día parásemos todas? ¿Qué ocurriría en el mundo si
todas las mujeres decidiéramos parar?
Dadles un día. Que griten, salgan a la calle, se adoren unas
a otras, que mañana todo seguirá igual.
¿O no?
Esther Serrano
Delegada de Igualdad de Utmad
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